Si ya de por si las épocas del año de más frío son las de mayor gasto en calefacción, nuestra factura se ha disparado al confluir con los momentos de confinamiento que vivimos a causa del Covid-19 y que nos hacen pasar más tiempo en casa.
Así que hay una pregunta que se plantea en muchos hogares: ¿Cómo ahorrar en calefacción?
Sabemos que el gasto en calefacción supone un desembolso importante durante estos meses, y son muchos los trucos que nos cuentan unos y otros. Lo cierto es que la mayoría de esos trucos son falsos mitos para ahorrar en calefacción.
Desde LoGOs Energía queremos ayudarte con tu factura energética, así que te contamos formas reales de poder ahorrar en calefacción.
No dejes la calefacción encendida si no estás en casa.
Existe la errónea creencia de que mantener una temperatura constante todo el día con la calefacción encendida y el termostato a baja temperatura nos permite ahorrar. Pero esto no es así, ya que calentar constantemente requiere un esfuerzo continuo de nuestro sistema de calefacción. Por ello, lo más recomendable es que cuando no estés en casa mantén apagada la calefacción.
Si tienes un termostato que te permite programar la hora de encendido, hazlo una media hora antes de llegar a casa, de esta forma notarás la vivienda caldeada sin necesidad de dejar la calefacción encendida.
Del mismo modo, apaga la calefacción por la noche. Exceptuando casos de mucho frío, no es necesario mantener la calefacción por la noche… echa otra manta a tu cama y tu factura en calefacción lo agradecerá.
Regula el termostato a una temperatura de 21-22ºC.
La temperatura ideal para mantener una sensación de confort en casa son unos 21ºC. Poner la calefacción no significa que tengamos que estar en casa en manga corta como si fuese verano. Regular correctamente el termostato te ayudará a ahorrar en calefacción más o menos un 10% en tu factura.
Además de “salirnos caro”, subir el termostato a 24-25ºC es menos saludable, ya que estas temperaturas tan altas pueden alterar la calidad del sueño y provocar dolor de cabeza.
El mantenimiento de los radiadores es importante, no olvides revisarlos.
Una de las cosas más importantes para ahorrar en calefacción es el correcto mantenimiento de los radiadores y purgarlos cuando sea necesario.
La forma más sencilla para saber si tienes que purgar el radiador es si, al tocarlo, el calor no es uniforme y la parte superior está más fría que la inferior.
No tienes que recurrir a ningún experto y puedes hacerlo sin problema, ya que purgar los radiadores es muy sencillo. El purgado del radiador siempre tiene que realizarse en frío, ya que hacerlo en caliente puede provocar quemaduras. Pero, ¿cómo purgar un radiador? Comienza por el radiador más cercano a la caldera, coloca un recipiente bajo la llave y gira ésta con ayuda de un destornillador hasta que salga todo el aire y el flujo de agua sea fluido.
Cierra las habitaciones que no uses.
También es muy importante mantener cerradas las habitaciones que no suelas utilizar, así como apagar los radiadores que no sean necesarios. Siguiendo esta pauta podremos ahorrar entre un 8 y un 13% y reduciremos nuestro consumo en calefacción.
Ventilar la casa no solo es necesario, sino que ayuda a reducir el consumo de calefacción.
La ventilación es fundamental para renovar el aire dentro de la tu casa y para ahorrar en calefacción, ya que, en caso de no hacerse, aumenta la humedad y calentar el aire húmedo es más difícil, por lo que el consumo de energía aumenta.
Ventilar si, pero con cabeza y el tiempo estrictamente necesario. Lo más recomendable es ventilar tu casa abriendo las ventanas durante 5-10 minutos al día, normalmente por la mañana, ya que evitamos perder el calor acumulado durante el día, aunque esto dependerá de tus costumbres y de cómo hayas programado la calefacción.
Los radiadores no son un tendal.
Sabemos que durante el invierno es complicado secar la ropa, y más de uno tenemos la vieja costumbre de colocar algunas prendas sobre los radiadores para que se sequen. Pero cubrir el radiador no permite que el aire caliente circule correctamente y hace que el consumo de luz y gas aumente, y, por tanto, también la factura.
Una solución, también práctica y más eficiente, de cara a tu calefacción es colocar un pequeño tendal colocado cerca del radiador que te permita secar la ropa sin interrumpir el flujo de calor.